jueves, 30 de enero de 2014

La noche del multicampeón

La historia era perfecta. Positiva cual filme hollywoodense. La premisa básica parte del equipo que estrena su casa y queda campeón.
Pero no es tan fácil como suena, incluso, es tan inverosímil que dudo se repita en muchos años.
En febrero del 2013, el estadio Sonora abrió sus puertas por primera vez, sus candilejas iluminaron sus majestuosas instalaciones y se estrenó con la fiesta de la Serie del Caribe en Hermosillo.
En medio de un entorno social-político complicado, el "Gigante del Desierto" fue testigo de cómo los Yaquis de Ciudad Obregón conquistaban el cetro caribeño, en una noche mágica en la que vencieron en 18 entradas al representante de la República Dominicana.
Ocho meses después, el Sonora volvió a encender sus candilejas, ahora para albergar a los Naranjeros de Hermosillo, el equipo más ganador del beisbol invernal mexicano con quince títulos.
La franela que engrandecieron figuras como Hector Espino, Sergio Robles, Vinicio Castilla, Celerino Sánchez, Cornelio García, Ángel Moreno y José Luis Sandoval, entre otros, estaba lista, con otra generación, para una aventura más en el frígido circuito.
Los Naranjeros fueron consistentes, dominaron toda la LMP en sus dos vueltas y se quedaron cortos en el intento de romper el récord de más victorias en temporada regular.
En la postemporada, las cosas no fueron tan sencillas, echaron a los Algodoneros de Guasave en seis juegos y en semifinales se fueron a siete ante la garra de los Cañeros de Los Mochis.
Faltaba un paso más, si Hermosillo quería su corona 16, tenía que imponerse a los aguerridos Mayos de Navojoa de Lorenzo Bundy.
Naranjeros es un equipo grande, está diseñado para ganar y con el peso de su historia supo aprovechar los momentos claves en la serie para imponerse en siete juegos a la tribu Mayo.
La fiesta fue en grande, lo hicieron ante su gente, en su nuevo estadio, bendecidos bajo el manto de sus estrellas que han defendido con orgullo sus colores.
La noche del 29 de enero resultó especial. Fue la noche en la que un grande volvió a dar un golpe de autoridad, con una consistencia envidiable, sabiendo salir del problema en situaciones claves y con una clase que pocos pueden presumir.
Festeja Hermosillo, que esta noche es tuya, te la ganaste, hiciste casi todo bien y le diste otra alegría más a tu fiel afición, y vaya de que manera, para conseguir tu cetro 16 y ser el equipo más ganador de todo el país.
Atrás quedaron temporadas en las que ni siquiera lograron pasar a playoffs, malas rachas y una limpia que dolió, para algunos.
Ahora, tu reto es más importante, lleva tu grandeza al caribe y dale otra alegría a tu gente y al país. Enhorabuena Naranjeros!

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